Florenzi, polivalencia romana

Con la enorme e incesante globalización que caracteriza al mundo del fútbol desde hace ya casi dos décadas, es difícil encontrar casos como los de Francesco Totti o Daniele De Rossi. Ambos, actuales emblemas de la Roma, nacieron en la ciudad de Romulo y Remo y llevan toda su vida deportiva vistiendo la camiseta giallorossa del club capitalino. Ahora, otro jugador quiere seguir su estela.

Alessandro Florenzi también nació en Roma, en el periférico barrio de Vitinia, un 11 de marzo de 1991. Creció en las categorías inferiores del conjunto de la Loba y debutó en Serie A el 22 de mayo de 2011, sustituyendo al capitán Francesco Totti, con Montella como entrenador. Perteneciente a una de las mejores hornadas salidas del vivaio de Trigoria, con jugadores como Bertolacci, Viviani o Verre que le van a a la zaga, no era uno de los más destacados en la cantera romana, jugando en el puesto de trequartista. Hasta que Andrea Stramaccioni, entonces en los Allievi Nazionali de la Roma, retrasó su posición al mediocampo y lo convirtió en indispensable, como en la victoria del Campeonato Primavera 2011, donde anotó 14 goles.

Precisamente, en el partido contra el Inter del mismo Stramaccioni, en la segunda jornada del presente campeonato de Serie A, Florenzi se dio a conocer ante al gran público, anotando un gol para la victoria de la Roma en San Siro. No se trataba tampoco de una gran sorpresa. El pasado año estuvo cedido en el Crotone, en Serie B, donde se marcó una espléndida temporada, siendo reconocido con el premio a mejor joven de la categoría. 35 partidos y 11 goles, jugador clave del equipo, junto a Caetano Calil, para conseguir la salvación tras una racha de 11 partidos sin perder. Ya este verano, Zeman, uno de los mejores entrenadores de Italia, en lo referente a descubrir y dar la oportunidad a jóvenes talentos, insistió en no mandarlo cedido otro año, y ya es titular indiscutible en el primer equipo de la Roma. También ha sido una decena de veces internacional con Italia Sub21, anotando 3 tantos.

Una de las principales características es su extrema polivalencia. Sin ir más lejos, en la última temporada, en el Crotone jugó de volante en ambos flancos en un mediocampo a tres, de mediocampista organizador en un doble pivote, de trequartista, regista e incluso como lateral derecho algunos partidos. Con la selección italiana Sub21 suele jugar mucho más escorado a banda, como esterno en cualquiera de las bandas de un 4-4-2 clásico. Aunque sin duda, la posición donde más cómodo se encuentra es como volante izquierdo en el mediocampo, con una cierta libertad ofensiva en la medular de tres jugadores, donde dio su mejor rendimiento en el club calabrés y ahora en la Roma de Zeman.

Sus características se adaptan a la perfección a Zemanlandia. Mediocampista muy dinámico, con gran capacidad de incursión y verticalización. Maneja las dos piernas, aunque con la derecha tiene un disparo especialmente buenos, también de libre directo. Veloz, con buen centro aceptable visión de juego y una técnica depurada, tiene pulmones suficientes para aguantar todo el partido a un ritmo alto. Tiene algunos aspectos a mejorar, como cuestiones defensivas de presión y posicionamiento, o la capacidad de marcar el ritmo de los partidos. Si lo hace, se convertirá en uno de los mejores volantes italianos a medio plazo, completo y moderno, y con un futuro importante en la selección azzurra.

Una curiosidad. Tras sus dos goles consecutivos, primero ante el Inter, luego ante el Bologna, tuvo mención en algunas portadas tras la publicación de los sueldos de los jugadores de Serie A, por parte de La Gazzetta dello Sport. Alessandro Florenzi apenas cobraba apenas 26 mil euros el año, menos de 2.500 euros al mes, sin duda cantidades ínfimas teniendo en cuento los números que se mueven en el mundo del fútbol. Aun jugaba con su contrato de juvenil, firmado con los mínimos salariales del convenio. Por supuesto, esto ya ha sido subsanado por el club, más teniendo en cuenta su gran inicio de temporada, y Florenzi renovó hasta 2016, con un contrato de 600 mil euros al año.