El gol no tiene edad

7 de abril de 2007. Luca Toni anotaba el que sería su último gol como jugador de la Fiorentina. Dos meses después se iría al Bayern Munich previo pago de 11 millones de euros. Era su decimosexto gol esa temporada, después de los 31 que le valieron la Bota de Oro el año anterior.

Desde ese último gol en Firenze, ha vestido la camiseta bávara, y en Italia la de la Roma, Genoa y Juventus, donde anotó el primer gol en el nuevo estadio bianconero. El pasado enero se iba a la aventura en Dubai, que duraría solo dos meses. Antes había jugado en Palermo, Brescia, Vicenza, Treviso, Lodigiani, Fiorenzuola, Empoli y Modena, equipos repartidos por toda la geografía del país transalpino.

Ayer volvía a vestir con la camiseta viola. Apenas había pasado un minuto de su entrada al campo, coreado por toda la afición, cuando ya celebraba bajo la Fiesole otro gol con la Fiorentina. Un gol de delantero centro, de bomber clásico, apareciendo en el momento justo para empujar sin oposición una asistencia de Jovetic. Volvió su característica celebración, esa mano girando sobre la oreja. Avete capito cosa ho fatto? Un gol dedicado a todos los aficionados, a la Fiore y al fútbol, pero también a los que no están, como su hijo fallecido al nacer hace unos meses. Luca Toni è tornato.

A sus 35 años, Luca Toni no es el único bomber que sigue goleando en Italia pese al paso de los años. Sin ir más lejos, este fin de semana, en el festival goleador (33 goles) en que se convirtíó la jornada de Serie A, los goleadores clásicos estuvieron especialmente afinados.

Alberto Gilardino (30 años) está cedido en el Bologna, en busca de relanzar por última vez su carrera tras su nefasto último año a caballo entre la Fiorentina y el Genoa. Máximo goleador histórico de la Sub21 italiana y tercero máximo anotador en Serie A en activo, fracasó en el Milan tras despuntar en el Parma, pero pudo volver a oler las mieles del gol como viola. Ayer ayudó a su equipo a remontar dos goles de desventaja ante la Roma de Zeman para ganar en el Olímpico con un doblete.

Sergio Pellissier (33 años), lleva una década en el Chievo. Más de 300 partidos, más de 100 goles con el conjunto veronés. Anotó de penalty en la derrota ante la Lazio, su segundo gol en una temporada en la que compartirá delantera con otro buen goleador veterano como David Di Michele (36 años). Precisamente en ese encuentro anotó Miroslav Klose (34 años), genial cañonero germano, segundo máximo goleador de la historia de los Mundiales, y que apura sus mejores años de fútbol en la Lazio. 12 goles la pasada temporada, ya lleva 3 en la presente.

Emanuele Calaiò (30 años), contribuyó ayer a la remontada del Siena hasta el 2-2 final contra Udinese. Héroe en la vuelta a la élite del Napoli entre 2005 y 2007 y uno de los artífices, con sus goles, del ascenso y posterior permanencia del Siena en Serie A, tendrá difícil este año cumplir su cometido en un equipo a priori tan flojo. Y cómo no, Diego Milito. A sus 33 años, muchos le dieron por acabado al comienzo de la temporada pasada en el Inter. La terminó con 26 tantos. Ahora es el único nueve puro del equipo nerazzurro, y ayer anotó el gol que abrió la victoria del Inter en Torino.

El gol no tiene edad, ni por arriba ni por abajo. Ciro Immobile (22 años), en las filas del Genoa, se marcó un partidazo y a punto estuvo de provocar la primera derrota en liga de la Juventus de Conte, equipo que precisamente tiene la mitad de sus derechos. Anotó un gol y trajo de cabeza constantamente a la defensa contraria. Sin duda, uno de los jugadores que marcarán el futuro del bomber en Italia. Donde el pasado y el presente lo marcan tantos jugadores  que, pese a superar la treintena, continúan haciendo gritar "¡rete!" a los comentaristas y aficionados italianos.